EL TEMPLE, CARÁCTER Y TEMPERAMENTO DE UNA PERSONA REFLEJADOS EN LA PLAZA: SALVA SERRANO

Dentro de este maravilloso mundo del toro, una de las cosas que muchos más valoramos, aunque suene a tópico, son las amistades que hemos fraguado con el paso de los años. Una de las más importantes, y con el que me une una estrecha relación, es la mantenida con Salva Serrano. Del mismo pueblo, ambos con una afición desmedida, era imposible que nuestros caminos no se cruzaran.

Hemos compartido juntos muchísimos momentos, y personalmente he disfrutado como el que más viéndolo delante de la cara del toro. Para mí un referente como rodaor y trabajador de animales, no sé si de los que marcan una época o no, pero para mí lo ha sido todo. Con su personalidad, con sus defectos, y con unas cualidades innatas que lo hacen único. 

¿Quién no recuerda esas carreras al límite dejándose llegar a las vacas a pocos centímetros de su cuerpo y en el último momento cambiar el ritmo para salvar la última acometida? ¿O esos recortes dándole todas las ventajas hacia los medios y templando la embestida al milímetro?

Te guste o no, Salva es un personaje que no deja indiferente a nadie, que tiene un temple, carácter y un temperamento que los deja reflejados en la plaza y eso hace que todo lo que suceda tenga emoción, que por cierto, es la base de este espectáculo, aunque a veces se nos olvide. Un bohemio que a parte de tener esta afición, se gana el pan herrando caballos.

Por todo ello, he decidido entrevistarlo. Muchos lo conocéis, pero creo que la lectura de esta conversación entre dos amigos os ayudará más si cabe a ahondar en su interior, en sus pensamientos como aficionado y como persona. Y también, sirva de pequeño reconocimiento de su carrera en este mundo.

Espero que os guste, muchas de sus palabras no tienen desperdicio. 



-¿Quién es Salva? ¿Cómo te definirías como persona?
-Es una persona normal, con defectos y virtudes, como todos, y aficionado al toro. Intento ser buena persona, no molestar a nadie e intentar que la gente que está a mi lado esté lo mejor posible.

-¿Porqué los toros, de dónde te nace la afición?
Desde muy pequeño, prácticamente no tengo conciencia de la primera vez que vi un toro, y creo que ha sido una cosa vinculada a mi vida desde que era pequeño y hemos crecido juntos.

-¿Cuál es la primera vez que recuerdas haber estado con un toro?
-En la ganadería de Lucas, y un toro que me marcó bastante la infancia fue el Camarero. Solía ir mucho con mi padre, lo veía en el corral y le daba comida con la mano. También fuimos a verlo a algunos pueblos. Me acuerdo de una vez en Torreblanca, yo era muy pequeño, la plaza estaba a petar, y me acuerdo de tener una sensación de peligro, como aquel toro pegaba tan fuerte parecía que se iba a caer la plaza. Mi madre se asustó tanto, que nos cogió a mi hermano y a mí, y nos llevó al coche.

Salva con Miguel Vilar "Lucas", su padre, el toro Camarero y unos novillos.

Salva de pequeño con el toro Camarero.

Salva junto al ganadero Manolo Beltrán.

-¿Algún recuerdo más de la infancia con los toros que te venga ahora a la mente?
-Una vez que salí a una becerra pequeñita en la ganadería de Lucas en el año 94, en una capea que hicieron de la boda de Gisela. La habían criado a biberón y la sacaron para los niños. Luego sacaron otra que no estaba criada a biberón, y yo quería salir igualmente, y salté para salir y me llevé una buena bronca. Otra anécdota que recuerdo también de mi infancia es la siguiente: una vez estábamos jugando en lo de Lucas en un montón de arena, que estaba situado justo enfrente de la puerta del embarcadero donde se pone el culo del camión. De repente me giro y veo un toro que estaba allí plantado mirándome, que realmente no tenía ninguna intención de atacar, lo único que vio que había luz en la puerta y apareció por allí. Enseguida llamé a Miguel y le dije que había un toro, vino, le dió dos gritos y el toro se fue para adentro. La verdad que no tuve miedo.

-¿Crees que tanto en la vida, como en el entorno familiar, trabajo o cualquier afición que tengas, es bueno tener unos referentes?
-Claro que es muy importante, porque al final los referentes son, más o menos, como un manual por el que tú te riges para actuar. Si tienes unos buenos referentes, con valores y principios, sobre todo humanos, siempre tendrás un buen reflejo y te irá mejor en la vida.

-Taurinamente hablando, ¿cuáles han sido los tuyos?
-Para mi ha sido Nacho Cancio, por su manera de rodar, el estilo y la clase. Me transmitía algo diferente cuando lo veía. El segundo ha sido Álvaro "El Cami", sobretodo por su personalidad reflejada en los toros y su estilo propio.

Nacho Cancio.

Salva junto a Álvaro dando de comer a la vaca Florista de Parejo.

-En el resto de la vida, ¿alguna persona que hayas tomado como guía?
-Ninguna en concreto, al final los referentes que pueda tener son gente anónima, que veo que tienen valores humanos, son personas honestas y optimistas, gente que aporta, que sume y no reste.

-¿Qué es para ti el valor? ¿Crees que naciste con él o va y viene?
-Uno nace con él, más que valor sería la decisión a la hora de hacer algo, el ser echado para adelante. Creo que el valor es eso, tirar la moneda al aire, no sabes cual va a ser el final y arriesgas tu vida.

-¿Has tenido alguna vez miedo a la muerte?
-Nunca lo he pensado delante de los toros, porque no hubiera salido. Soy consciente del mal que puede hacerte un toro. Matarte. 

-Cuéntanos cuál fue tu primera vez más en serio delante de un toro.
-Fue en el Pou en Calvo, con novillos de Lucas, yo era menor de edad, tendría catorce o quince años. Veía novillos que eran más o menos de mi tamaño, y yo quería salir durante toda la tarde pero mis padres no me dejaban. Al final de tanto insistir mi padre le dijo a mi madre "déjalo salir y si lo mata, pues lo ha matado". Salí y disfrute muchísimo, los novillos eran muy bravos, se arrastraban de punta a punta de la plaza y remataban contra los barrotes, no había nadie, estaba yo solo. 

-¿Algo más que recuerdes de tus inicios?
-Recuerdo que solo pensaba en toros, no tenía otra preocupación, nos juntábamos Álvaro, Federico, Patricio, nos íbamos todo el verano por pueblos de toda la comunidad. Teníamos una despreocupación de horarios y vivíamos día a día. Era muy bonito, te das cuenta que no hace falta prácticamente nada más que disfrutar de algo.

Aquí lo vemos un año antes con el toro Rumboso de Lucas.

-¿Cómo fuiste evolucionando como rodaor delante de los toros y vacas?
-Sobre todo pensando mucho, reflexionando en los fallos, en mirarme a mí mismo en vídeos y ver los errores.

-La primera imagen que tengo tuya es un año en las fiestas de marzo de Vilafamés, que no parabas con las vacas, muy pesado, arriba abajo con ellas, "que pena de niño", pensé.
-Al final la manera de evolucionar es que menos es más, y durante los años de trabajar animales te das cuenta de eso, y de que hay que tener un orden dentro de la plaza e ir poco a poco.

-¿Cuando crees que alcanzas tu momento cumbre?
-Creo que fue en el año 2008-2009, tampoco el momento cumbre pero sí unos años en los que yo me encontraba motivado moralmente y me encontraba bien físicamente.

-¿Crees en el destino?
-El destino es el que está, eso que dicen que el destino se puede cambiar, si lo cambias al final es igual el destino, el resultado final es el destino, lo hayas cambiado o no.

-¿Cómo te definirías como rodaor?
-Un rodaor que siempre ha mirado mucho por el animal, creo que siempre le he tenido respeto, y si alguna vez he hecho algo mal, no lo he hecho queriendo, ha sido por un fallo o error.

-¿Te has sentido valorado por la afición?
-Algunas veces sí, otras no. Podría decir que sobretodo por la gente más próxima, con la que más veces he coincidido. A unos les habré gustado más, a otros menos, pero en términos generales sí que me he sentido valorado.

-¿Cuál sería el compañero con el que más has disfrutado? ¿Podríamos decir que ha sido Iván de Les Coves de Vinromá?
-Sí, indiscutiblemente, tuvimos una época muy buena, solo con mirarnos sabíamos lo que queríamos uno del otro, y le sacábamos mucho partido a los animales. Aprovechábamos todo lo que el animal nos daba. Hubo una temporada que recuerdo que menos contados ejemplares, hicimos trabajar de una u otra manera a todos, no se nos fue ninguno sin hacerlo, a parte que eran muy buenos, nosotros también teníamos mucho orden y mucha compenetración, y eso a la hora de trabajar vacas hace mucho, el estar en el sitio y aprovechar lo que la vaca en cada momento te da.

-¿Qué pasó con Iván para que se rompiera esa química?
-Al final son tonterías, él es raro y yo mucho más, pues eso, son bobadas que no van a ningún lugar. A día de hoy somos amigos y nos llevamos bien. Son fallos y orgullos de la juventud, ni más ni menos.

Iván y Salva con el toro Andaluz del Xarnego.

Una de las mejores parejas trabajando vacas y toros de todos los tiempos.

-El peor momento que hayas pasado taurinamente hablando.
-Para mí es ahora, porque veo que una afición, un tipo de vida y un animal como es el toro autóctono de aquí de nuestras tierras, por no haber hecho las cosas antes en el tema de defenderlo y promocionarlo como lo que es, ahora mismo se está echando por el suelo y está en peligro, en la cuerda floja. O la gente que están ahí para defenderlo se espabilan y se ponen las pilas, demostrando que la gente del toro ni somos unos asesinos, ni unos neardentales, sino que somos personas normales. Aficionado al toro puede ser desde un científico hasta un agricultor, el que vayas a los toros no te tiene que definir como una mala persona.

-¿Cuántas cogidas has tenido en tu carrera?
-Sobre unas treinta cogidas. Recuerdo una de una vaca de Hnos. Miró en Torreblanca, me hizo mucho daño, otra buena paliza fue en el Pla de l'Arc por parte de la vaca Secretaria del Gallo. Aquí tengo una curiosa anécdota, una vez me dejó la vaca, no podía apenas caminar y estaba todo rebozado de tierra. Cuando fui al médico para que me mirara, estaba como una croqueta, y me dijo si podía ir a una masía que había al lado de un chico de la comisión para pegarme una ducha antes de mirarme. Fuimos para allá, apoyado al hombro de este chico, y conforme entramos dentro de la masía, se me arranca un doberman cara a mí, y menos mal que estaba atado a una garrofera e hizo tope la cadena a pocos centímetros de mi culo, si no hubiera tenido doble premio, cogida de la vaca y mordisco del perro en el culo. La más grave fue la cogida de un novillo de Fernando, que me tuvo un mes y medio en el hospital y la verdad que al principio me asusté un poco. Cuando estás en el box solo piensas muchas cosas.

-¿Qué sientes cuando recibes una cornada así?
-Pasas el dolor conforme puedes, como eres consciente que te expones a eso, ya entras en una dinámica de valorar si te conviene o no seguir poniéndote delante.

-¿Te hizo reflexionar esa cornada?
-Sí que me hizo pensar bastante, pero se me olvidó rápido, volví como si nada. Me da más miedo las consecuencias que pueda tener mi cornada en terceras personas, que el dolor que yo pueda tener.

Aquí le vemos lesionado junto a Iván Miró tras un percance que tuvo en Oropesa.

-Dime qué vacas que no hayas conocido y te hubiera gustado ponerte delante de ellas.
-La Pequeña de Machancoses porque era una vaca brava que iba hasta el final, y creo que es una vaca que en mi manera de rodar o de estar en la plaza, la vinculo conmigo. La Palmera de Lucas, una vaca seria y ágil, que también llegaba hasta el final. Y la Coqueta de Machancoses, tenía mucho motor, mucha codicia.

-¿Y toros?
-El Ratonero de Lucas, porque fue un toro de época, pegaba a los palos haciendo hilo, muy bravo. Otro sería el Peregrino, marchaba mucho por bajo y era muy serio.

-¿Qué vaca sería la más peligrosa y que más miedo has pasado delante de ella?
-Pues he visto vacas peligrosas que no han sido conocidas, y si te digo la verdad, ellas miedo no me han dado, me ha dado más miedo las circunstancias en las que me encontraba con ellas, como una plaza en la que el terreno no está en condiciones, unas barreras llenas de gente, que no sabes si te van a dejar entrar o no, unos obstáculos que no están colocados como corresponde, eso hace que tú estés vendido sobre una vaca que ya tiene un peligro. Pero miedo miedo, a ninguna vaca le he tenido.

-Pero alguna habrá habido que dijeras, si cometo un fallo no me perdonará.
-La vaca Farruca de Lecris, una vaca que ojito con ella. La trabajé en Torreblanca y Jérica, y la he visto en más sitios.

Farruca y Salva cara a cara en Torreblanca.

Otra captura de la vaca Farruca y Salva.


-Y de toro, ¿cuál ha sido el que más miedo te ha dado?
-El toro Bucanero de Oña, porque veías una expresión en la mirada que era un salvaje. Un toro que no tenía la mirada de un animal doméstico, la tenía de un animal salvaje. Y también me llamaba mucho la atención la mirada de los toros del Xarnego, como si fuera la de un tiburón, que te miran así con la ojos perdidos pero realmente lo están viendo todo. Un ejemplo era el toro Inmortal de esta ganadería.

-¿Cuál sería la vaca con la que más has disfrutado?
-La vaca Montañesa, me gusta muchísimo, es muy completa, ágil, tiene facilidad para hacer los obstáculos, tiene facilidad para ir por bajo y no tiene miedo de estar en la plaza. Y es una vaca que sí tú estás predispuesto a ponerte con ella, te responde. Otra sería la Pantera de Carlos Orient, la manera de ir por bajo y como llegaba hasta el final. Tenía mucha codicia, se te quedaba pegada a ti y no te dejaba hasta que entrabas en los barrotes.

Montañesa y Salva en acción.

-¿Dónde la trabajaste a la vaca Pantera?
-En varios sitios, pero la vez que más he disfrutado con ella fue en Benadresa (barrio de Castellón). Estábamos Iván y yo solos, no había nadie, la intentamos rodar varias veces, yo me tiré cuatro o cinco veces a rodarla y arriesgando para pasarla y no me dejaba, y desde mitad plaza hasta barrotes la vaca detrás y cuando llegaba saltaba a ver si te daba con el pitón así más alto. 

-Dinos ahora cuál ha sido el toro que te ha hecho disfrutar más.
-Me quedaría con las sensaciones de adrenalina que me transmitió el toro Culebro de Germán Vidal en Sarrión, me hizo una pirula y pude solventar la situación.

Fotografía de Alberto Bou del toro Culebro y Salva.


-¿Y del toro Ratón? También te pusiste varias veces delante.
-Era más la expectativa que te creabas tú mismo por ver el ambiente que llevaba.

Fotografía proporcionada por Salva en un recorte con el toro Ratón.


-¿Qué nos puedes decir del toro Dragón de Alberto Garrido?
-Es un toro para disfrutar, pero me hubiera gustado cogerlo en alguna plaza tipo Vilafamés o Pla de l'Arc. El año pasado en Vilafamés el toro tenía ganas y yo estaba motivado, lástima que se hiciera daño.

Toro Dragón de Alberto Garrido.

-¿Cuáles han sido las tres ganaderías con las que más has disfrutado?
-Benavent, La Paloma y Fernando Machancoses. Con esas me lo he pasado muy bien, pero hay muchas más con las que también he disfrutado. Y también me he aburrido con esas tres y todas las otras. Todos tienen tardes buenas y malas.

-¿Cómo definirías a cada una de ellas?
-Benavent tiene vacas muy bravas, que están predispuestas a todo normalmente, y te permiten hacer cosas, muy completas, muchas facultades en los obstáculos y también van mucho por bajo, te dejan hacer una lidia variada. Las vacas de La Paloma tienen un comportamiento peculiar. A la hora de trabajarlas, para sacarles partido, creo que la actitud tuya dentro de la plaza y la manera de interpretarla hace mucho. Son vacas que tienen que ver como que haces un poco el papel de tonto. Y también me gustan mucho por el instinto de caza que las caracteriza, el meter la cabeza en busca de presa. Las de Fernando son muy serias y están muy enrazadas. Sacarle un detalle a una vaca de la M tiene doble mérito que a cualquier otra porque no te lo ponen nada fácil.

-Comentanos una tarde con la que te quedes de cada una de ellas.
-De La Paloma recuerdo una en Torreblanca, con la Jaulera, Decidida, Morena, ... una tarde muy completa. También una de La Paloma con un corro de novillas en Les Useres en la que estaba yo solo. De Fernando Machancoses recuerdo una tarde en Jérica con Estrellita, Golosa, Cucharera, y también alguna tarde en el Pla de l'Arc. Y de Benavent muchas en Vilafamés, con vacas de nivel tipo la Poderosa, Atrevida, Pintora, y otra de novillas en Useres, muy eléctricas, muy predispuestas a trabajar, que iban por bajo y por arriba.

Con un toro de Fernando en Pla de l'Arc


-Una tarde que recuerdes con especial cariño, que digas, hoy lo he dado todo y me ha salido todo redondo.
-Sería la tarde de los Hnos. Ozcoz en Vilafamés que patrocinó la peña Ratonero. Estuvo muy bien, aun viéndola en video me decía, si hubiera hecho esto más... Me gustaría vivir esas tardes, con la mentalidad que tengo ahora, porque en aquel momento muchas cosas se me pasaban por alto y ahora las disfrutaría más. 

-¿Qué es lo que más te transmitió de aquella tarde?
-Los momentos con la vaca Maleanta II nº 489 y en general el ambiente que se notaba en la plaza, un ambiente que la gente estaba disfrutando, valorando y pendiente de todo lo que pasaba. Creo que es una cosa que muy pocas veces pasa. También noté esa sensación el año pasado el día de Benavent con la Poderosa aquí en Vilafamés, mucha predisposición por los aficionados. Y eso es muy difícil.

Con la vaca Cecilia II de Ozcoz aquella tarde. Foto: Juan García.

-Ahora voy a nombrarte una serie de vacas que has trabajado durante estos años y me las defines:

-Bailarina de Bellés.
-Una vaca con ganas de hacer daño.
-Serena de Germán Vidal.
-Seria y de poder.
-Farruca de Lecris.
-Nos ha puesto a todos a raya.
-Rumbosa de Lucas.
-Una vaca buena de Lucas.
-Niebla de Benavent.
-Vaca festera pero brava a la vez.
-Dos de Parejo, Balconera y Rondallera.
-La Balconera de joven una máquina. Rondallera muy muy completa.
-Estrellita de Fernando Machancoses.
-Seria, y que su genética la hacía más seria de lo que era.
-Golosa de Fernando.
-Muy seria y de poder.
-Perseguida de Jaume Domenech.
-Una anguila.
-Maldita de La Paloma.
-Brava a rabiar, con instinto cazador pero muy noble.
-Miedosa también de La Paloma.
-Una vaca para disfrutar trabajándola y hacerle cosas chulas.
-Maniática de José Vicente Machancoses.
-Brava, seria y guapa.

Bailarina de Bellés.

Salva con Rumbosa, en una rodà que recuerda a aquellas que hacía Nacho Cancio apoyado en la testuz.

Vaca Balconera de Parejo.

Maldita y Salva en Vilafamés.


-Si te quisieras hacer ganadero, ¿a quién comprarías?
-Compraría a Benavent y La Paloma, de familias muy contrastadas, y luego buscaría un toro con genética de aquí del terreno, y añadiría vacas de la Unión, con presencia y poder físico. Tendría el ganado autóctono de aquí como un regulador para mejorar lo de la Unión.

-¿A qué ganadería de lidia irías a comprar?
-Algo de Domecq pero de lo más encastado, lo que más picante tenga, más duro sea. Tipo Victoriano del Río, Lagunajanda, Fuenteymbro. De Santa Coloma también me gustaría algo porque son vacas muy guapas, pero creo que es una sangre bastante complicada de llevar.

-¿Algún semental que te hubiera gustado tener que hayas conocido?
-Por ejemplo el Madrileño de l'Hortolà, el viejo, pero después el joven también, el padre de la Carbonilla y todas esas, porque he visto crías de él que han despuntado.

-Una ganadería de lidia que te guste.
-Me gustan todas las que tienen un encaste propio, que sin verle el hierro sabes de que ganadería es.

-Un torero de antes y uno de ahora.
-Paco Ojeda y Antonio Ferrera.

-Siempre te ha gustado el banco, eres de los pocos que lo sigues trabajando como antaño, ¿por qué?
-Creo que es un obstáculo que bien trabajado luce mucho a un animal, y a parte que me gusta, es una opción más para lucir a un animal.

-¿Qué opinas cuando en algún pueblo tapan el banco?
-Opino que tiene lógica en parte para que los animales no se hagan daño y también lo veo lógico si ellos no conocen un buen trabajo de banco que lo tapen.

-Alguna vaca que hayas trabajado agusto en el banco y que ella siempre haya respondido.
-La vaca Decidida de La Paloma, me gustaba mucho como buscaba por dentro.


Salva en el banco con la vaca Decidida de La Paloma.

Aquí lo vemos con la vaca Duquesa también de La Paloma.

Con una vaca de Hnos. Miró en San Joan de Moró.

En el Pla de l'Arc con un toro de Germán Vidal.

Cucharera de Mansilla y Salva en Vilafamés.


-Pocas veces te hemos visto en concursos de anillas o recortes, ¿por qué?
-Lo veo un poco todo como una mafia, porque sale gente a jugarse el tipo de verdad y veo que económicamente no está bien retribuido, y veo que se aprovechan del momento cumbre de cada recortador.

Con la vaca Ardilla de Lucas en un concurso de anillas en el grupo San Lorenzo de Castellón.


-¿Crees que tu carácter impulsivo te ha cerrado alguna vez alguna puerta?
-La verdad es que alguna me ha cerrado, pero se me han abierto otras - comenta entre risas.

-Tienes mucha afición en visitar ganaderías, conocer sus orígenes, hacerles fotos, y saber cada ejemplar de donde viene. ¿Por qué tienes esta pasión por la genética y por el campo?
-Primera porque me gusta, y a consecuencia de eso, es una manera más de disfrutar el toro, se puede disfrutar en la plaza pero el campo es otra manera de hacerlo. Y creo que la diferencia de que a uno le guste el campo o no, es lo que lo diferencia de ser un buen aficionado a ser un gran aficionado. Yo creo que la verdadera afición tiene que venir desde el corral, hoy mucha gente va a una plaza y ve toros y no sabe lo que hay detrás. También estando en el campo con los animales llegas a intuir un poco el comportamiento de cada uno de ellos. Es bueno estar en el campo cerca de las  vacas para coger una seguridad mental luego en la plaza, cuando ellas están pastando la manera que tienes de menearte alrededor de ellas, te dicen por aquí no te arrimes, por aquí puedes pasar, es como si ellas mismas, no se te van a devolver con una acción agresiva o de ataque, pero si que te lo reflejan apartándose de ti o mirándote con una expresión más viva. 




-Después de tantos años delante de los toros y vacas, observándolos, trabajándolos y también viéndolos en el campo, ¿tienes alguna teoría sobre la psicología del ganado bravo?
-Si tu miras un poco el origen del toro lo podrías comparar con un búfalo o un ñu, animales que en estado salvaje serían presa. Al final el toro refleja un poco sus orígenes, entonces tú en la plaza, según la actitud que tienes de cara a ellos, los están predisponiendo a ser presa o los estás estimulando a que ellos te ataquen. Por eso la posición corporal y la manera de colocarte es muy importante a la hora de estimular a un animal para que embista. Si vas de cara a un animal dándole gritos y tirándole la vara, en lugar de coger una actitud de predisposición a embestir, cogerá una predisposición a defenderse, y defenderse es no embestir. También es muy importante el tema de los terrenos y querencias. Por otro lado, es primordial la compenetración con el compañero a la hora de sacar lo mejor de una vaca. Es más efectivo el detalle de estar en el sitio en el momento que toca y accionar las ayudas, un estímulo para citarla en el segundo que toca.

-¿Cómo ves la psicología del que se pone delante?
-Tienes que tener en tu mente que le estás transmitiendo a la vaca "¡venga va, vamos!". Requiere mucha concentración, conocer bien los animales, y eso te da la ventaja de poder anticiparte a ellos. Y cuando te anticipas pues vas delante de ellos.

-¿Qué es la bravura para Salva?
-Yo la definiría como la iniciativa que tiene el toro de lidia a la hora de embestir. Y lo que hace que no se acabe la bravura sería el genio y el carácter, el temperamento.

-¿Cual es para ti la explicación que no salgan toros como los de antes?
-Yo creo que ahora hay mejores toros, porque en tema de alimentación han ganado en potencia muscular, y eso lleva la consecuencia que ellos moralmente se sientan más capaces y con más poder. Lo que pasa es que si que es verdad que al no utilizar el "agulló", aunque parezca de cara a la galería que es malo, con un "agulló" bien llevado puedes hacer que un toro en cada actuación saque más partido. Si lo mesuras bien y lo gastas como toca, el toro se estimula más, al final el instinto de ellos es ser vagos.

-¿Crees que hay que apretar a los animales o hay que dosificarlos?
-Depende del animal, hay algunos que tienes que apretarlos en actuaciones para que coja una rutina de trabajo, necesitan una serie de salidas antes para que lleguen al punto máximo.

-¿Y en la plaza, que vacas se pueden apretar y cuales hay que dosificar?
-Si tu ves que un animal lo está dando todo, tienes que dosificarlo y cuidarlo, sobre todo el ganado joven. Y si ves una vaca que tiene más edad, que ya sabe de que va el tema, y necesita de un calentamiento previo para poder trabajar bien, pues si que es verdad que tienes que apretarlo un poco más. Pegarle dos o tres vueltas al banco así cerca para que se caliente, dejártelo venir cerca, darle dos estiradas, ir más a por ella en un plan más ofensivo.

-¿Crees que cuando son jóvenes es muy importante lo que se les haga?
-Un animal puede tener muchas cualidades dentro, pero esas cualidades hay que hacerle entender a ese animal que las tiene. Eso se consigue tratándolo muy bien, facilitándole que haga las cosas, y dándole tiempo para que él vaya asimilando todo lo que está haciendo. Si se empieza a atosigar e ir a por él, el animal llega un punto que no sabe ni porque está en la plaza. En cambio, si vas enseñándolo, abriéndole el camino, pues tendrá más facilidad para aprender. Es como un niño.

-Has estado muy vinculado desde siempre a la ganadería de Lucas ¿qué opinas de ella?
-El toro Ratonero marca su fama, pero han habido muchos más buenos animales, no solo ha sido este toro. Es una ganadería que ha tenido un tipo de vaca particular. Miguel, Jaime y Lucas son de los ganaderos más buenas personas que he conocido, y han sido siempre gente neutra, nunca han sido polémicos, muchos tendrían que coger ejemplo de ellos.

Con una de la MV de joven.

Solitario de Lucas y Salva en Cabanes.

Rumbosa y Salva en Benicásim.

En este recorte la vaca Gisela de Lucas lo llegó a coger.

La vaca Borja y Salva en San Joan de Moró.

Aguantando al milímetro en el banco al toro Saleroso de Lucas.


-Un pelaje.
-El chorreado como el del toro Madrileño de l'Hortolà.

-Un cerril con el que hayas disfrutado o te haya marcado.
-Uno de Serveliano Cervera embolado en Els Ibarsos, lo rodó Iván dos veces y el toro iba mucho, muy rápido, cortando y hasta el final, dos recortes de mucho mérito, después fui a recortarlo yo y no lo pase y casi me coge. El toro cuando llegaba a palos, pegaba de lado metiendo la bola dentro del barrote como intentando tocarte aún estando tú dentro. Otro toro que recuerdo es uno de Manuel Villau en Vall d'Alba. Después de cuarenta y cinco minutos suelto por la vila y con la cuerda puesta, volcó el banco pegándole la vuelta y estando a punto de caerme encima. Fue otro momento límite que he vivido, como el que viví con el toro Culebro.

Espectacular imagen captada por Manu García del momento que comenta Salva.


-¿Qué opinas de la ganadería de Serveliano?
-Una ganadería con mucha riqueza genética, ya que tenía unos toros particulares, solo con verlos ya sabías que era un toro de Serveliano, una ganadería emblemática.

-¿Por qué no te solías poner delante de los cerriles?
-Porque normalmente siempre había mucha gente.

Parando un cerril de Manolo Beltrán en Cabanes.


-¿Te ha agobiado cuando ha habido mucha gente en la plaza?
-Sí, sí, lo que más, no me sentía agusto. Para hacer las cosas bien en la plaza hay que mantener un orden, es como una lidia, si cada uno se encuentra en su sitio las cosas salen mejor.

-¿Crees que el festejo ha perdido el adjetivo de popular?
-Depende de los sitios, yo creo que viendo videos de antes y de ahora gente sale igual, si que es verdad que ahora la gente que sale, tiene poco respeto por el animal, no tienen medida y van muy a saco. 

-Hubo una temporada que abarcaste más trabajo y pueblos de los que realmente podías hacer, ¿te pudo más el tema material que sentimental?
-Económicamente me tiraba mucho ir a trabajar vacas, pero en el fondo siempre tenía la expectativa cada tarde de disfrutar, y que la tarde fuera bien. Lo que pasa es que muchas veces por circunstancias del entorno, de las condiciones de los sitios, pues no salían bien las cosas.

-¿Cómo recibes las críticas si una tarde no ha ido bien?
-Muchas veces intento justificar el por qué, pero ha llegado un punto que me da igual, todos los días no son igual. Si que es verdad que hay gente que solo va a los toros para criticar, y no va a ver los toros, van a ver el fallo. Por ejemplo, aquí en Vilafamés cuando vino Alberto Garrido yo estaba aburrido, habían algunos que decían que si yo las vacas de Alberto las había trabajado más que las del resto porque era amigo mío. Pues no era así, si las vacas tenían más predisposición que las de otro pues lo aprovechaba. Pero no por ser de él voy a hacer más, yo no me caso con ningún ganadero, y más sabiendo que tengo que ser regular para todos. Y otra cosa me gustaría decir, creo que los fanáticos de las ganaderías y los que llevan detrás algunos ganaderos, hacen bastante daño a los propios ganaderos, con comentarios y demás. Al final ellos no son nadie, son meros aficionados, con eso también hay que tener un poco de miramiento.

-¿Ha habido algún ganadero que te haya ofrecido dinero bajo mano para hacer triunfar sus vacas en algún concurso, además de lo que tenías estipulado con la comisión?
-No, nunca.

-¿Y para hacer fracasar algún ganadero?
-Ganaderos no, pero aficionados sí.

-¿Te preparabas de alguna manera físicamente?
-No.

-Dinos cual ha sido tu mejor rodá que hayas hecho.
-Creo que la mejor nunca la he hecho, pero si que me acuerdo una a un toro de Ramón Ángel en Alcalá de Xivert, un toro serio super astifino, y lo cogí caminando hacia el medio y entró super noble y le dí dos vueltas casi caminando. También me acuerdo de la rodá a la vaca Maldita de Germán Vidal en el Pla de l'Arc, llevé a la vaca por donde yo quería, haciendo un dibujo, es un poco el concepto que a mi me gustaba de rodar.

Maldita de Germán Vidal.


-Explícanos ese concepto.
-La primera máxima es sin chaqueta, dándole la ventaja al animal y hacia el medio. Es que es complicado de conseguir, pero cuando sale...

-¿Cual sería tu plaza talismán?
-Vilafamés, es la plaza de mi pueblo y es como si estuviera en casa.

-¿Qué significa Vilafamés para ti?
-Aquí tengo mucho arraigo desde pequeño, y creo que la semana taurina de Vilafamés creció gracias a la comisión de fiestas que había en aquel momento, gracias a los ganaderos que trajeron muy buenos animales y yo también me siento partícipe de esos años en los que empezó a coger importancia, junto a todos los compañeros que me estuvieron conmigo.

Con el toro Bandolero de Javier Tárrega "El Gallo".

En la barrera dels fadrins.

Con la vaca Poderosa de Benavent de novilla.

Rondallera y Salva en acción.

Levantando por el lateral de la pirámide a esta vaca de Benavent.


-¿Cómo te has sentido en otras plazas importantes como la de Les Penyes, la Pascua, Segorbe, Santa Bárbara, la plaza de toros de Castellón o Valencia? Siempre se ha dicho que eras más de plazas pequeñas.
-Pues sí, he sido de plazas pequeñas, en las grandes me cansaba mucho corriendo. Y pierdes más tiempo yendo detrás de la vaca que haciendo faena. Siempre he intentado que no me importara el lugar y procurar que la tarde saliera bien.

En el concurso de ganaderías de Segorbe con el toro Tintero de Lucas.

Con la vaca Galleta de Mansilla en Les Penyes de La Vall.


-Otra afición que tengas a parte de los toros.
-Ahora de momento criar gallinas y cuidarlas. También me gusta ir a ver masías abandonadas por la montaña.

-Con que rodaors te quedas de ahora, que te gusten.
-Edu de Puzol, Navarret de les Terres de l'Ebre y Pino. Veo que ahora hay muchos con muchísimas facultades pero que solo utilizan el "palitroque" y la chaqueta y esos desluce mucho.

-¿Qué opinas de Chipu y Motoret?
-El Chipu ha sido un tio super completo, es muy complicado estar tanto años ahí. Y Motoret de la mentalidad de lucir el ganado, y eso ya hace que una persona gane mucho.

-¿Ves en algún joven que coja el testigo de este tipo de rodaors?
-Si alguno sale, tipo Adrián Puig, el Saliner o Cristian de Cabanes.

-¿Que te queda por hacer en el mundo del toro?
-Intentar pasármelo bien y trabajar las vacas como yo concibo, y disfrutarlo más que antes.

-Un sueño que te quede por cumplir.
-Tengo muchos, pero que se cumplan es complicado. Vivir lo más feliz posible, disfrutar de lo que tengo y tener salud. Si te digo la verdad, los últimos años de mi vida me he hecho más sentimental que materialista, ni aspiro a tener una casa de lujo, ni a tener esto ni lo otro. El único sueño material que podría tener es conseguir una casa de campo y tener allí mi huerto y mis gallinas y poder pasearme en calzoncillos.

-¿Volveremos a ver a Salva en acción?
-Sí, algo de ilusión todavía me queda.

Hasta aquí esta entrevista, espero que hayáis disfrutado, yo lo he hecho preparándola. Ahora os dejo una serie de instantáneas de los mejores momentos que taurinamente hablando, hemos vivido juntos.

Con la vaca Matraquilla de Fernando Machancoses.

Espectacular momento con la vaca Rumbosa de Lucas.

Templado recorte con este ejemplar de Lucas.

Origial fotografía de Salva en Montalba.

Recorte a la vaca Avespilla de Benavent en Jérica.

Al milímetro con una de las que no lo ponía nada fácil, Golosa de la M.

Explosiva del Xarnego.

Junto con Iván y la vaca Profesora de "El Gallo"

Salvando el salto del toro Bandolero de "El Gallo".

Con la vaca Culebra de la B en Peñíscola.

Disfrutando con Culebra.

Recorte a una de la GV.

Temple en el recorte a la vaca Borja de Lucas.

En el Grao con la vaca Perseguida de Lucas.

Con una de Lecris en Cantavieja.

Dejándose llegar a la vaca Voltadora de Faet.

Espectacular derrote de la vaca Secretaria de "El Gallo".

Con la mano en la testuz de este ejemplar de Germán.

La vaca Veterana de GV y Salva en Pla de l'Arc.

Templadas vueltas al toro Fusilero de la M.

Vaca Luchadora y Salva en Santa Bárbara.

Imposible dejársela llegar más, vaca de GV.

Rondallera y Salva en Vilafamés.

Momentos al límite con Poderosa.

Extraordinario recorte a la vaca Rumba de Mansilla.


Salva disfrutando del campo con las de Lucas.

Tres referentes: Salva, el ganado de Lucas y Vilafamés.

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