JAVIER TÁRREGA "EL GALLO", PASIÓN POR UN PADRE

 Hace casi tres años que nos dejó Domingo Tárrega y su hijo Javier, todavía se emociona cuando le pregunto por él. Pasión por un padre que lo ha significado todo en su vida, siempre juntos.

Nunca pensé que vería llorar a una persona aparentemente tan seria y discreta, pero nos dejamos guiar muchas veces por las apariencias y detrás de Javier hay un ganadero de sensibilidad, que tiene como referente a su  progenitor y se desvive por sus animales.

Muestra de ello es el día que pasamos con él por Benicàssim sacando las vacas al campo. Las guiamos por sendas estrechas y un entorno único a las puertas del Desert de Les Palmes, y las dejamos a sus anchas en pleno monte. Qué maravilla de vistas, a un lado las del Gallo subiendo por unas escarpadas cuestas y al otro, el mar Mediterráneo. ¿Porqué no vienen un día los animalistas a contemplar esto? Verdadera pasión por sus animales la de Javier, no hay mayor animalista que él.








Durante el día, conversamos, es hombre de pocas palabras y no le gusta que le pongas una grabadora delante, pero dejó respuestas más que interesantes a las preguntas planteadas.

¿Qué momento crees que atraviesa ahora mismo la ganadería?

Eso está en manos de la gente y los aficionados. Nosotros la ilusión la tenemos toda por tener lo mejor, pero bueno, después hay cosas que no dependen de ti, y hay ganados que les gusta más a una gente que a otra. Lo suyo está en conseguir que al aficionado le guste lo tuyo.

¿Cuesta mantenerse ahí arriba durante el tiempo?

Sí claro, como todo. Mucho sacrificio y no siempre el sacrificio está recompensado. Puedes luchar y esforzarte todo lo del mundo, pero si el ganado no funciona o no está a la altura, no hay recompensa. Pero bueno, de eso se trata.

¿Piensas que los ganaderos tenéis picos de forma, subidas y bajadas?

Home pues claro, si no esto sería demasiado fácil. Esto no es agacharte y recoger.

De hace unos diez años a ahora, sacaste vacas como Profesora, Muñeca, Polaca etc. ¿Con cuál te quedas de estos últimos años?

Pues cada una tiene su momento, es difícil decir cual es mejor, las comparaciones no son siempre buenas y acertadas. En cada momento pues lo que tienes es lo que funciona. Pienso también que depende de la manera de explotarlas, si tu en un año le haces treinta salidas, pues si esas treinta salidas se las haces en cinco años, será más regular.

Vaca Muñeca en Moncófar en 2013.

Cuéntanos como llegó la vaca Secretaria a la ganadería.

Le compramos el ganado a Hnos. Noguera, de todas, fue la única que me quedé. Una gran vaca.

Tienes un hijo de ella de nombre Secretario, ¿lo has tirado a las vacas?

Sí a unas 10 novillas, he provado algunos productos pero no me acaba de gustar.

Vaca Secretaria en el Pla de l'Arc.

Toro Secretario.

De los últimos años, la que más ha destacado ha sido Alemana, cuéntanos de dónde viene.

Hija de la vaca Polaca y de un toro que le llamaban Caprichoso. Caprichoso venía de Fernando Machancoses, se lo compré, hijo de la vaca Caprichosa. Por su parte, Polaca venía de una vaca ciega de un ojo que se llamaba Argentina, era su bisabuela, la abuela se llamaba Portuguesa, y la madre no recuerdo el nombre, la tuvimos que matar con lo de la tuberculina y se quedó la hija, Polaca.

Alemana.

Polaca.

¿Cuáles dirías que han sido los mejores sementales que ha tenido la ganadería en los últimos quince años?

Uno que se llamaba Peladillo, marcado con el número 10, lo viste un año en el Pla de l'Arc. Viene de la familia de la Candelita. Se cruzó con el toro Taconero, posteriormente con el Saltador y más tarde la vaca Culebra que venía de aquí, tuvo un hijo, pues de ahí viene Peladillo. A su vez, esta Culebra era hija de un toro de Peris que le llamaban Dragón (nieto de la Sargantana). Las hijas de Peladillo son jóvenes, eran utreras antes de la pandemia, las probamos en casa y fueron muy bravas, es lo que buscamos.

Peladillo en el Pla de l'Arc.

Vaca Culebra, ascendiente de Peladillo.

Has hecho compras varias a Roser, Zorrilla...

De Zorrilla me quedan siete y de Roser cuatro.

Ahora has comprado a Grachel.

Doce becerras y tres toros. Hay un hijo de Golosina, otro que le dicen Campechano que lo hace muy bien. De las hembras hay una hija de Irachi, una hija de Flautista, son las diez o doce becerras que se hubiera quedado para él.

¿Alguna vaca joven que actualmente te ilusione?

Tengo en todas ilusión - se ríe- empiezo a mirarlas y digo esta es hija de fulana, aquella de sotana, si se pareciera a su abuela, todas tienen donde ilusionarte, luego sale lo que sale. Pero bueno, hay una que lleva el número 44 que viene de la vaca Avispa, roja, que la he sacado dos veces y lo ha hecho muy bien. Se llama Ladrona.

¿Con que actuación te quedas buena de los últimos diez o quince años?

Un día muy bueno fue la actuación de Vilafamés que llevamos a Generala, Golondrina, Pequeña y Profesora, y el toro Bandolero que puso la guinda. Normalmente si las vacas están bien el toro está mal, y al contrario, pero ese día estuvieron todos bien.

Pequeña.

Profesora.

Bandolero.

Bandolero.

Háblanos de los años noventa. ¿Crees que aquella época con aquellas vacas volverá?

Aquello fue una época muy bonita para todos, aficionados, ganaderos, para todos.

¿Qué es lo que más valoras de aquella época?

Pues que había innovaciones, cosas nuevas, la pirámide, el tablao, veías que el ganado iba haciendo, eso te daba vida. La gente acudía a los pueblos, subía una vaca a la pirámide y aplaudían. Ahora está todo muy visto, falta con que emocionar a la gente.

¿Cuáles crees que son los puntos que diferencian aquella época de esta?

La novedad, y que el mundo evoluciona muy rápido. Lo que antes te costaba mucho ver, ahora lo ves en un momento. En una tarde de cualquier pueblo puedes ver a un recortador saltar una vaca, antes eso solo se veía en los concursos de recortes. Ahora sin pagar igual lo ves. Cada vez cuesta más sorprender a la gente.

De aquellas vacas de entonces, ¿con cual te quedas?

Con la Faraona, una vaca muy buena, muy como piensa uno lo que tiene que hacer una vaca para quedarte satisfecho, y cuando tú te quedas satisfecho, pues lo aficionados también. 

Cuéntanos aquellas tardes de la vaca en Borriol.

Te emocionabas cuando veías que hacía lo que no hacía ninguna. La mejor actuación la hizo en Borriol, se plató en la fuente y en la reja por dentro. Puso la pierna y se le quedó enganchada, para partirse la pierna, y no se quien fue, que pensó más que nadie, y cogió un cabirón le levantó la pata y se la sacó en un segundo, no se hizo coja.

Si te dijera hazme un corro de vacas y un toro de tu ganadería de los últimos quince-veinte años.

Toro Bandolero y vacas Avespilla, Faraona, Profesora, Polaca, Muñeca y Alemana.

Avespilla.

¿Cómo es el ganado del Gallo?

Es un ganado que se hace poco a poco, lo gestionamos así.

Cuando tientas a capa, ¿que buscas?

La bravura, como todos. 

¿Qué es para Javier la bravura?

Como para todo el mundo, los rangos son los mismos para todos. Que humille, que embista, que repita, que no se agote, que lo de todo en el momento que toca.

Un referente como ganadero para ti.

Mi padre.

Una vaca de otro ganadero que tuviera gustado tener o te gustaría tener ahora mismo.

De muchos, una de cada uno y les dejaría a todos sin las buenas- se ríe-.

¿Y un toro?

En estos momentos no hay ningún toro que me llame la atención de nadie.

Y un semental que te hubiera gustado tirar a las vacas de otro ganadero.

Cuando he querido un toro o lo he comprado o me lo han dejado.

¿Cómo explicarías a un ganadero de lidia la selección y riqueza genética de las ganaderías de aquí?

Eso es complicado, cada uno tiene un concepto diferente de todo. Nosotros cuando tentamos no desechamos el ganado, porque la que no vale para una tarde vale para hacer un encierro, lo aprovechamos todo mucho. Ellos cuando tientan lo malo lo matan, nosotros no. Que pasa, pues que después una de esas que si lo hubieras hecho bien y la hubieras desechado, aprende y acaba siendo una de las mejores vacas que tienes en el ganado.

Y hablando de eso, ¿cuál ha sido la vaca que no esperabas nada de ella y al final ha sido una buena vaca?

Normalmente eso no me suele pasar, no me sorprenden porque si miro atrás todas las que me dejo son de buenas familias. Hubo un caso con la vaca Vinagra, que hasta los cuatro años no destacó, la llevábamos para los niños, y parecía que no era muy buena no era muy buena y un día se destapó y fue buenísima. Pero como te he dicho, esta vaca la dejamos porque venía de bueno.

Vinagra en el Grao de Castellón.

¿Qué prefieres, una ganadería buena o una ganadería única?

Yo me estimo lo mío, como lo mío no hay nada, para mí claro, sin menospreciar a los demás.

Un pelaje que te guste.

Jabonero.

Una vaca actual que comprarías.

Baratas, todas -se ríe-.

Un cartel de toreros.

Los que están de moda ahora, los que gustan a todo el mundo.

Una ganadería de lidia que te guste.

Prieto de la Cal.

¿Qué te aporta esta profesión?

Mucho, vivo tranquilo, tengo muchos amigos y disfruto mucho de lo que hago.

¿Qué es lo que más te llena de ella?

Un conjunto de todas las cosas, de todo, no se como explicarlo, es un conjunto, ahora estoy aquí con vosotros y estoy de lujo, al final todos a los que nos arrimamos o se arriman, somos gente conectada por esta afición.

¿Cómo ves la profesión de ganadero, que se debería hacer para que esto se valorara mejor?

Hay que pedir un poco más, con miseria no vamos a ningún sitio.

¿Qué es lo que ayudaría a que se establecieran unos honorarios mínimos?

Es complicado, como voy yo a decirle a otro que cobre diez si a lo mejor le hacen falta ocho para vivir. Yo no puedo decirle a nadie lo que tiene que hacer. Pero hay que valorar un poco más todo el gasto que hay, piensos, camiones, gasoil, la faena, todo. Luego viene el invierno y lo pasas mal. Cada uno se lo tiene que ver él, yo no soy quien para decirle lo que tiene que cobrar.

¿Cómo ha pasado Javier estos años de pandemia?

Trabajando, soltando las vacas al monte y gastando lo mínimo posible.

¿Cómo has hecho frente a todos los gastos sin tener ningún ingreso?

El colchón era pequeño, pero hemos luchado y sobrevivido.

¿Ves viable en el futuro esta profesión si sigue de esta manera?

Si no se comienza a ganar un poco más de dinero, la gente joven que viene por detrás no se sacrificará como nosotros. Mi hijo tiene afición, pero mi hijo también se puede desengañar, como el hijo de muchos. La afición al final si no hay una economía, pues la gente cambia de oficio. Al final aquí se está por dinero, cuando hay que pagar, tienes que pagar, no puedes decir "no es que yo tengo mucha afición", "no no, usted también pague como quien no la tiene". La parte romántica no sustenta la económica. Otra cosa es que fuéramos ricos, pues entonces sí, tendriamos un capricho, pero para nosotros es nuestra manera de vivir.

¿Cómo ves el futuro de la ganadería el Gallo con tu hijo Rubén?

Yo creo que seguirá adelante, está totalmente dedicado a la ganadería. Tiene las cualidades y educación para seguir con ello.

¿Escucha a su padre?

Yo creo que sí, no todo lo que debería, pero eso es ley de vida.

¿Volverías a ser ganadero si volvieras a nacer?

Un millón de veces más.

Un día junto a Javier de los que cuando acaba te quedas en paz y lleno al mismo tiempo. La tranquilidad de la naturaleza, el observar al ganado bravo pastar en un entorno único. Y el conversar con Javier de esta bendita afición que nos apasiona. Momentos que no cambio por nada.

Y un mensaje a destacar y compartir. Ha llegado la hora de valorar bien esta profesión, de pagar unos honorarios dignos y que compensen todo el sacrificio que hay detrás de ella. Porque para que salgan las vacas en cualquier pueblo un día cualquiera, hay muchísimo trabajo detrás, y tenemos que empezar a valorarlo como lo que es, un oficio único que sustenta nuestra afición y que sin él no seríamos capaces de emocionarnos tarde tras tarde. Empresas, ayuntamientos, comisiones y peñas, reflexionemos sobre ello y tomemos las medidas oportunas.

Os dejo con algunas instantáneas realizadas durante este día de las vacas de Javier.






































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