LUCAS CARRASCO, LEGADO ANA ROMERO

En el mundo del toro bravo pocas ganaderías conservan con tanta autenticidad su personalidad como la de Ana Romero. Heredera directa del encaste Santa Coloma, con la bravura y nobleza como estandartes, ha sido fiel a una forma de ser: unas hechuras muy definidas, una mirada que atraviesa y un comportamiento exigente pero que se entrega cuando las cosas se hacen bien. 

Comenzamos este reportaje de una de mis ganaderías predilectas.

Legado Ana Romero

Lucas Carrasco recibió el legado de esta singular ganadería de la mano de sus padres, Fernando Carrasco y Ana Romero -quien dio el nombre- hace ya 26 años. Uno de los nueve hijos del matrimonio, al que recién licenciado, su padre cedió los mandos, en un acto de generosidad. Siempre se dejó guiar y asesorar, lo hacía todo con él al lado, fruto de sus enseñanzas la continuidad en el tiempo y la mejora conseguida con el paso de los años.

Y el legado no es banal, en la finca de Las Cobatillas de Alcalá de los Gazules pastan los descendientes de un cruce único realizado hace casi setenta años, de un mismo tronco pero con rasgos distintivos, vacas de Alipio Pérez-Tabernero, el Santa Coloma de Salamanca vía Graciliano, con el semental de Joaquín Buendía, morfológicamente y con un comportamiento distinto. 

La aportación que le dio el toro de Buendía a la ganadería fue picante y movilidad, la vaca de Alipio tenía mucha clase y nobleza. Al final, con el paso de los años y por absorción, el porcentaje Buendía actual es muy alto, pero es inimitable, porque la madre, en su inicio, era distinta.

Ejemplar de la camada de este año.

Un origen con nombre propio

Profundicemos un poco en ese origen materno para entender parte de las virtudes de la actual vacada. 

En 1920 creó su ganadería Graciliano Pérez-Tabernero, adquirió 140 vacas y los sementales Mesonero y Cristalino al Conde de Santa Coloma, casi todos ellos pertenecientes a la rama ibarreña. Mesonero fue un gran raceador y engendró más de mil crías en sus 18 años de vida. 

Alipio por su parte, forma la ganadería unos años más tarde con reses de su hermano Graciliano algunas de desecho (como Ligera, Corredora, Carmoneña o Filibustera) y otras muchas sin tentar (como Chafarrota o Orgullosa) conformando un hato total de un centenar de vacas. También le cedió tres sementales, Campesino, Boquerón y Trompetero. Como la compra salió bien y dio buenos productos, decide ir a por otro semental a casa de Graciliano, que sería el que marcaría el rumbo de la vacada: Hornero-17 (hijo de Mesonero).

Durante muchos años, Alipio Pérez-Tabernero Sanchón crió toros de excelente juego, bravos y encastados, aunque menos espectaculares y complicados para el torero que los de su hermano Graciliano. Buscaba la bondad, esa nobleza que hizo que las figuras se los disputaran. Don Alipio fue ganadero varias décadas y creó su propio estilo, toros negros, santacolomas ybarreños.

Al llegar el momento del reparto entre sus hijos, se vio obligado a dividir la ganadería. Una parte la legó a sus hijos Alipio, Fernando y Javier. Otra la vendió a un ganadero de Toledo. Y un tercer lote fue adquirido en 1958 por Fernando Carrasco para formar Ana Romero.

Mesonero.

Buendía entra en escena

Una vez cerrado el trato, Alipio recomendó a Fernando que refrescara la sangre, pues la vacada había vivido cuarenta años aislada, y aconsejó que se dirigiera a Joaquín Buendía, quien había comprado treinta años antes la ganadería de Santa Coloma, pero que la había redirigido hacia una ascendencia más Saltillo. 

Recordemos que el Conde de Santa Coloma formó su vacada con sangre de Ibarra y Saltillo, mantuvo puras ambas líneas pero el mejor resultado vino de la cruza de vacas ibarreñas con sementales de Saltillo de primera generación, pero que con el paso del tiempo fue degenerando en genio y mediocridad. 

Joaquín Buendía fue capaz de encontrar, no en una vacada matriz, sino en tres (puro Ibarra, puro Saltillo, y el cruce), los rasgos esenciales que había identificado, para combinarlos entre sí y obtener el toro ideal fruto de este mestizaje. El primer semental seleccionado por Joaquín y que marcó fue un negro entrepelado de nombre Rivero. Otros importantes fueron Olivero-5, Lisito-115, Pescador-60, Tejón-17, Zurraqueño-4, Rabanero-42, Tramillero-113, Ranchero-42, Borrero-55 y Canastero-99. 

Y las mejores familias de Buendía son las Tejonas, Lisitas, Tramilleras, Rompecapas, Pescadoras, Oliveras, Huronas, Buenosdías, Corchaitas, Bolicheras, Furiosas, Capitanas, Fuentecillas, Riveras, Maloscascos, Españolas, Famosas y Avellanas (quédense con esta, más tarde sabrán el porque).

Hecho este inciso, el interés por el refresco también estuvo en Ignacio, hijo de Alipio, y entre Fernando y él compraron dos sementales a Joaquín, y se los intercambiaron. Más adelante en la entrevista realizada a Lucas, nos cuenta algún detalle adicional de estos dos toros. Poco a poco, la influencia de Buendía se volvió dominante, modificando paulatinamente la naturaleza del hato. 

La amistad de Fernando con Joaquín fue clave, dirigió y aconsejó durante los tentaderos y le ayudó a seleccionar los lotes de madres, y con ello, a consolidar la ganadería. El cruce, único e irrepetible, dio lugar a un animal distinto. 

Los años dorados y el culmen de Marquito

Durante finales de los ochenta y noventa la ganadería estaba en un momento extraordinario, lidiaban en plazas de mucha responsabilidad como Valencia, Alicante, Córdoba, Granada, Algeciras y las principales figuras mataban sus toros, desde Julio Robles y Manzanares, pasando por Espartaco, Litri, Joselito o Ponce.

Fueron años muy buenos, Fernando Carrasco junto a su hijo llevaron la ganadería a lo más alto, y el culmen vino de la mano de Marquito.

Marquito fue marcado a fuego con el número 14, nacido en 1990, por tanto guarismo 0, tercera cría de la vaca Marquita-260, e hijo como otros tantos de Avellanito-30, de Joaquín Buendía. Fue lidiado en cuarto lugar por Ortega Cano en Granada en el año 1994, y lo que allí ocurrió forma parte ya de la historia de la tauromaquia. Se agotó el papel para ver a los ana romeros con Ortega Cano, Litri y Jesulín de Ubrique, casi nada. 

El santacolomeño cárdeno de perfectas hechuras y con poca cara - en la actualidad no se podría haber lidiado en una plaza de segunda, por aquel entonces se respetaba mucho más lo que era la morfología de cada ganadería-, salió con brío y embistió al capote del cartagenero con el rabo estirado. Lo toreó ya a placer de inicio con la capa, lo llevó galleando por tapatías al caballo, el toro se fue a los vuelos del capote metiendo muy bien la cara. Empujó con fuerza en el peto y en la faena de muleta José le dio distancia y lo citó de lejos. Acudió arrancándose con los cuartos traseros, metido en el muletazo desde el inicio y con un gran recorrido. Conforme avanzaba la faena, el astado iba ralentizando su embestida, y estuvo más de 20 minutos embistiendo sin parar. La gente entregada desde el inicio, solicitó el perdón de la vida. Cabe recordar que por aquel entonces los indultos no eran nada habituales, por lo que cobra mayor dimensión.

Padreó con regularidad hasta 2002, y no solo en esta casa si no también en lo de Joaquín Buendía y Felipe Bartolomé. Adicionalmente, a través de pajuelas dejó su descendencia en San Martín, algunas ganaderías mejicanas y venezolanas. Además sacó sementales importantes en Ana Romero como Remojado-49, Cartuchero-57, Cartagenero-43 y Cordelero-29, e innumerables hijos de triunfo en multitud de ruedos

Una historia preciosa que cuenta Luis Miguel Parrado en uno de sus reportajes de sementales de 6 toros 6, es que el mayoral, Francisco Gómez, cuando llegó a la finca procedente de Granada, cogió su caballo y se fue a buscar a la madre, Marquita. Cuando la encontró le dedicó unas palabras y le dijo "Vengo a decirte que he traído de vuelta vivo un hijo tuyo". Ambos se miraron como si aquel animal entendiera lo que le decía. Francisco Gómez, uno de los mejores mayorales de todos los tiempos.

Un año más tarde del indulto de Marquito, otro de idéntico nombre y marcado con el número 68, fue lidiado igualmente en Granada y premiado con la vuelta al ruedo. Dicen que aunque no fue indultado, muchos consideran que superó los niveles de calidad y bravura de su hermano.

Dos hijos muy importantes de Marquito fueron Fragoso-18 y Coral-52. El primero lidiado en el año 2000 en Villardiego (Burgos) que correspondió en suerte a Raul Gracia "El Tato", y por el juego dado en todos los tercios, fue merecedor de la vuelta al ruedo en el arrastre. El segundo también se lidió en el 2000 en Alcalá de Henares y fue un toro bravo y de excelentes condiciones que supo aprovechar Luis Miguel Encabo. Le dieron la vuelta al ruedo y fue premiado como el más bravo de toda la feria.

También destacaron de esta época Terciadito-12, que más adelante nos contará su historia Lucas, Fragoso-88, Ruleto-50, Corchaíto-78, Clavellino-29, o Clementino-87 (hijo del semental Pontonero de Joaquín Buendía).

Derechazo de Ortega Cano a Marquito.

Momento del indulto de Marquito.

Marquito tras el indulto.

Marquito.

Marquito en los últimos años de vida. Foto J.J. Diago.

Azulejo en la finca de Las Cobatillas.

Bastión Santa Coloma: de las plazas más exigentes a las figuras

En las últimas décadas, con la reducción paulatina de festejos, ganaderías como esta se han visto obligadas a lidiar en plazas que busquen exclusivamente este producto. Ganaderías cortas como Ana Romero, cada año tienen una prueba, lidian menos por lo que tienen menos cartas con las que jugar. Lo que sí que ayuda es que al estar más enfocada al aficionado que lo busca, tienen menos competencia, son más únicas, más exclusivas, y eso si que crea una posibilidad de mercado o de nicho específica. 

De hecho, se ha consolidado en ferias muy concretas que buscan este tipo de toro, como por ejemplo Azpeitia, Zaragoza, Villaseca de la Sagra o varias plazas de Francia. Si a eso le sumamos que muchas figuras como Morante de la Puebla, El Juli, Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y Emilio de Justo, han matado corridas durante estos últimos años, tenemos el combo perfecto. 

Ana Romero, es en la actualidad, uno de los pocos bastiones del encaste Santa Coloma, que engrandece al ganadero por seguir apostando por este tipo de toro, a contra corriente de las modas actuales.

Toros destacados de los últimos años han sido Tercero-11, Flameado-42, Clavelito-74, Cacerolito-26, Cunero-94, Barbero-57 o Marinero-50.

Morante de la Puebla en Calatayud ante un Ana Romero.

Palabra de Lucas Carrasco

Para finalizar el reportaje, converso con Lucas Carrasco, mantenemos una conversación fluida, da gusto escucharle, su voz templada como la embestida de sus toros nos da a conocer bonitas anécdotas y detalles hasta ahora desconocidos por muchos.

Lo primero que me llamó la atención cuando vi la camada para este año fue la seriedad de algunos ejemplares.  

Hemos decidido dejar 7 u 8 toros que son cuatreños, para tenerlos para el año que viene, de plaza importante, la idea ha sido tener una corrida fuerte de cara a la próxima temporada.

De los más serios de la camada.

El 31, todo un tío.

Muy bien armado el número 37.

También vi toros que me enamoraron por sus hechuras, sobre todo un 59 y un 29. 

La camada es muy buena, de morfología, de tipo, de remate.

Y uno de curioso pelaje, el 35, háblenos de él.

De vez en cuando nos salta este pelaje, hubo otro toro que se lidió en Valdemorillo que era muy similar, y no son familia. De hembras también sale de vez en cunado alguna así, pero no hay ninguna aprobada con ese pelaje. Un salto atrás de la genética.

¿Cuáles son sus destinos?

Azpeitia en julio, tres toros que ya se lidiaron en la Copa Chenel, un toro fue a Villaseca de la Sagra en la corrida concurso, y lo que queda es para dejarlo para el año que viene. Además quedan dos novilladas picadas, la de Villaseca y otra para un pueblo de Madrid. Y por último, una sin caballos para el certamen del sureste.

 ¿Ha ido buscando esas caras para poder lidiar en plazas de mayor exigencia en la presentación? ¿De qué sementales provienen estos toros con más cara?

Nosotros los toros no repiten en las vacas, echamos utreros de la camada por reata y morfología. Las caras salen porque hay una evolución en la ganadería, que se mantiene un poco la tónica, sigue estando en tipo pero tiene algo más de desarrollo de encornaduras.

Date cuenta que es una vacada entorno a 110 madres, y si te cierras en muy pocos sementales lo que te queda es la sangre de esos padres. Para marcar y fijar si que viene bien en ganaderías que lo necesiten, pero en las que están muy definidas y con rasgos muy comunes, no hace falta, lo que tienes que buscar es cosas que no tengas, que te aporten.

Una preciosidad el número 29.

No puede estar mejor hecho el número 59.

Peculiar pelaje el de este número 35, muy bien hecho también.

En un reportaje que le realizó Victor García Rayo aparecía un semental precioso, cárdeno, con longitud de pitón pero acapachado, marcado con el número 8 y el guarismo 6. Háblenos de él. Procedencia, resultados que está dando.

De manera esporádica si que dejamos algún toro, pero nunca está más de tres años de cubrición, en la pandemia sacamos alguno pero ya no están por ejemplo. Están tres años e intercalando con distintas madres. La primera camada de este semental que comentas es de añojas, todavía hay que esperar para ver los machos, las añojas están saliendo muy bien, pero también hay ocasiones que dan bueno en hembras y no tanto en machos, hay que esperar, son caprichos de la genética.

Nómbrenos los sementales más importantes durante la historia de la ganadería. Cuando hace la ganadería su padre, compró a Don Joaquín Buendía dos sementales. ¿Cómo se llamaban? ¿Cómo dieron?

Alipio Pérez Tabernero tenía una ganadería por aquel entonces de primer nivel , estaba en un momento demasiado suave, dócil, entonces él quería refrescar, y a raíz de la amistad de mi padre con Don Joaquín Buendía, vio la oportunidad. Entre mi padre y Alipio compraron dos toros a Don Joaquín, y lo que hicieron fue, un año o dos estaba uno en Cádiz y el otro en Salamanca, y después se los intercambiaban. Ese fue el refresco que tuvo Don Alipio, y que nosotros después si que continuamos. Cada año venía un toro de Don Joaquín a cubrir. Estos dos sementales se llamaban Fuentecillo y Madrileño. De hecho mi padre tiene una anécdota en los tentaderos que en las notas ponía, "sale madrileñita" porque hacía cosas iguales que el toro.

Otros sementales importantes fueron Cartuchero, lo toreó en casa Daniel Luque cuando era un niño, Carabina, pero en continuidad en el tiempo el más importante fue Marquito. 

Hablemos de Marquito-14, indultado en 1994 por Ortega Cano en Granada. Si no tengo mal entendido, su madre era Marquita-260 y su padre Avellanito-30. Háblenos de ellos. ¿Cuáles eran su procedencias? ¿Qué porcentaje de Alipio/Buendía tenía ya Marquito?

Hicimos encaje de bolillos para que solamente estuviera con 30 o 35 vacas al año. Estuvo padreando mucho, prácticamente hasta que tenía 15 años, lo que pasa es que en sus últimos años le echábamos solamente 10 o 12 vacas. Fue un semental que dio mucha regularidad.

El padre era Avellanito-30 de Don Joaquín Buendía y la madre Marquita-260 procedente del cruce, Alipio-Buendía. Marquito era un 75% Buendía. 

Avellanito fue un toro excepcional, a nosotros nos ligó con unos resultados extraordinarios. Lo que pasa es que tuvimos la malísima fortuna con él, que estaban los de Sevilla de Electricidad (hoy Endesa) arreglando un cableado y hacían unos boquetes, y tenían el aviso de que todos se tenían que tapar por la noche. Y hubo una noche que se les olvidó tapar un boquete con la mala suerte que Avellanito se cayó en uno de ellos y se mató. Después se consiguió cobrar del seguro para pagar a la casa Buendía, pero vamos, fue tremenda la mala fortuna.

¿Cuál ha sido el mejor hijo que ha dado Marquito?

Ha dado varios, recuerdo uno en Montoro que indultaron y que después mandó matar el presidente, porque todavía no estaba legalizado el indulto, ese toro fue extraordinario. Llevaba por nombre Cartuchero. Otro hermano suyo, de nombre Cartuchero también, le pidieron el indulto en Granada, lo toreó Jesulín de Ubrique, le dieron la vuelta al ruedo y fue excepcional. 

La verdad es que siempre lo pienso pero nunca lo hago, ese Marquito es para hacer un pequeño folletito de toda su descendencia porque la cantidad de toros que ha dado de categoría han sido muchos, toros de vuelta al ruedo bastantes, y toros de triunfo importante también. Si algún día tengo tiempo lo haré.

Después se indultó otro toro por Enrique Ponce en Hellín, de nombre Clarillo nº 53, que también fue hijo de Marquito.

¿Es una familia que todavía perdura en la casa la de Marquita?

Sí, hay una Marquita y una Marcada, que son familia directa.

¿Cuáles son las principales familias de la ganadería?

Cartucheras, Claras, Marquitas, Marineras, Cacerolas, Arrieras. Después hay familias que por circunstancias terminan desapareciendo por infortunios, pero a la vez surgen otras. Hay algunas vacas de buenas familias que aunque le eches un burro te sacan un animal bueno.

Alguna reata en la historia de la ganadería que se le tenga especial cariño por alguna razón. 

Hay una reata, la de las Flameadas que le tengo especial cariño. Da un toro de mucha calidad y con trapío y seriedad, y muy bien hecho. En Zaragoza le dieron la vuelta al ruedo a un Flameado en la feria del Pilar y otro fue premiado en una corrida concurso creo recordar también.

Una Flameada marcada con el número 173.

¿Ha refrescado con algún semental de alguna ganadería distinta a la suya?

Sí, hemos refrescado con Rehuelga, hemos echado durante tres ocasiones, siempre buscando el mismo concepto o línea de ganadería, no hacer experimentos. El refrescar con algo parecido viene bien. También alguno nuestro ha ido para allá, son intercambios.

¿Qué toro de sus compañeros ganaderos del mismo encaste ha visto lidiar en los últimos años, le gustó y se lo habría llevado a su casa para echarle vacas?

Uno de Rafael Buendía, Rehuelga en Cuenca, que le tocó a Pablo Aguado. Recuerdo uno también de hace mucho tiempo, un novillo de La Quinta en Madrid, que fue extraordinario y me encantó. Y otro también novillo de La Quinta en Villaseca de la Sagra. Y después de Victorino Martín, aunque estamos unidos por abajo en el tronco, el toro Cobradiezmos, ese era un toro más en tipo Santa Coloma que en Saltillo, de morfología, de tipo, de forma de hacer las cosas.

Se dejan/intercambian sementales entre los ganaderos del encaste Buendía.

Mantengo mucha relación con Rehuelga, con Felipe Bartolomé, cuando ellos necesitas no hay inconveniente, y a parte es bueno, el éxito del encaste Domecq ha sido ese.

¿Piensa que el encaste Buendía debería haberse expandido como el Domecq, y ser más abierto, y no tan cerrado?

La cuestión no es abierto o cerrado, la cuestión es que genéticamente las posibilidades del toro de Domecq son muchas más, las limitaciones de nuestro toro vienen muy marcadas. De hecho tienes la prueba cuando en los años 80-90 se hizo un toro más grande, pesado, tenía que adaptarse para ir a plazas de mayor exigencia, con mayor caja, adaptarse a eso le llevó a hacer un toro que perdió su esencia, perdió el comportamiento del toro de Santa Coloma. Tu ahora ves las ganaderías de Domecq, y que tiene que ver Juan Pedro con Victoriano o con Garcigrande. El marco es completamente distinto. La variedad ahí es mucho más rica y te permite jugar más. Nosotros estamos mucho más limitados, y por eso tiene mucho más mérito, es un encaste mucho más complejo.

¿Cuáles son los defectos que cuando comenzaron esta andadura tenía la ganadería y que han corregido durante todos estos años? 

Había uno más acusado que era el toro a media alturita, eso con el paso de los años se ha ido corrigiendo, siempre te puede salir alguno, pero en eso somos muy muy exigentes de no dejar vacas que hayan tenido ese comportamiento. Aun así, te pueden salir alguno. Después la duración, tradicionalmente faena corta y a matar, actualmente es mucho mayor, y el toro va a más.

Defíname el tipo y comportamiento de su Ana Romero ideal.

Un Ana Romero ideal sería Cacerolito-26 en Zaragoza, fue un toro alegre, con transmisión, con raza, bravo, humillado, con duración, un toro de vacas sin duda. Ese toro se lidió en una corrida concurso, le dieron la vuelta al ruedo, tuvo la mala suerte de caer en las manos de un torero que mataba la primera corrida ese año y que no estuvo acertado con los aceros. Hasta los toros tienen que tener suerte. 

Espectacular la embestida de Cacerolito-26.

¿Qué tiene ese toro suyo que lo diferencie del resto de ganaderías del mismo encaste? 

Yo creo que el toro nuestro sin verle el hierro, un aficionado lo ve y lo reconoce como de Ana Romero. Es un toro reunido, bajo, con muy buena morfología y remate que lo hace más fácilmente reconocible. Luego en comportamiento cada ganadero va buscando lo que más le gusta, donde quiere seleccionar y en lo que quiere estar. Es más complicado ser un ganadero de una ganadería brava que de una ganadería noble, cuando buscas la nobleza todo es más fácil. Pero cuando buscas la bravura, la bravura es muy amplía y te puede sacar complicaciones. 

¿Cuál ha sido el mejor torero que ha entendido sus toros? ¿Y el torero con el que más ha disfrutado?

Han habido varios especialistas, Julio Robles, Enrique Ponce, Joselito, Jesulín de Ubrique, Rivera Ordonez, El Juli también estuvo muchos años que las pedía y las entendía muy bien. Y Manzanares padre nos mataba todos los años en Granada, Algeciras, Alicante, le encantaba. 

Con cualquiera de estos toreros he disfrutado, es que a Joselito le he visto cortar un rabo a uno de nuestros toros. Con Ponce también he disfrutado muchísimo. Faena cumbre cumbre que ha pasado a la historia fue la de Ortega Cano con Marquito, pero ha habido muchas otras.

¿Cuál sería el cartel soñado para matar una de AR de toreros de antaño y actuales? 

 De los de antaño cualquiera de esos que te he dicho, de la actualidad la verdad que hay un ramillete de toreros que se están consagrando que están en un momento muy bueno. Jiménez Fortes, que para mí está en un momento de torería, de sitio y conocimiento tremendo. Otro torero es Molina, un torero de buen corte. Y después un torero que sobrepasa todas las líneas es Morante de la Puebla, eso ya es de otra galaxia, no ha habido torero más completo en la historia que Morante, es que todo lo que hace lo hace bien y de que forma, y tiene más valor que cualquiera, unos conocimientos y una técnica, y después el arte.

¿Qué opinión le merecen muchos indultos que se dan actualmente en la fiesta? ¿No cree que se banaliza?

Cuando hay controversia, muchas opiniones encontradas sobre un indulto, malo. Cuando te encuentras el indulto rotundo, como el de Cobradiezmos o Marquito, pues ahí efectivamente sí. En el indulto se debería tener más en cuenta la opinión del ganadero. Que sea el ganadero el que lo decida. 

Mi padre tuvo la anécdota del toro indultado en Játiva por Enrique Ponce que lo mandó apuntillar, porque tuvo el defecto de embestir con la cara a media altura, y eso tuvo muchísima repercusión porque fue algo de persona honrada. 

Después con los años, ya me contó que para él lo determinante no fue que embistiera a media altura, es que se enfadó porque con una corrida tan rotunda, en la que Ponce salía hombros, Jesulín salía a hombros, el Califa salía a hombros, ha había habido un indulto, otro toro de vuelta al ruedo, en fin, algo habían puesto los toros, y nadie se acordó del mayoral, de sacar a hombros al mayoral junto a los toreros. Y eso le enfadó mucho a mi padre, yo creo que si hubiese terminado la corrida con el mayoral  a hombros, probablemente no hubiera mandado matar al toro. Pero aquello le influyó, y dijo que lo mataran. En fin, anécdotas.

¿Cómo ve la estructura actual de la fiesta? Empresarios que son apoderados, cambios de cromos, matadores con muchos años de alternativa que están en todas las plazas por quien los apodera, no se renueva el escalafón... Cuéntenos que opinión le merece.

Eso debería estar prohibido por Competencia, eso es un oligopolio, son intereses completamente encontrados, los intereses de un empresario, de un apoderado y un ganadero son completamente opuestos, así tal cual, entonces pues si se llevara a Competencia ¿qué diría sobre todo esto?. Me parece que es un cáncer, te quita mucha independencia. Por eso el Tribunal de Competencia está para que no ocurran esos conflictos de intereses. 

De igual forma que habría que estudiar la fórmula para que las novilladas picadas no requieran de dos picadores y de tres banderilleros por novillero. Una novillada no puede costar 60 o 70.000 euros, que es lo que cuesta hoy en día. Entonces no se dan novilladas, y hay que quitar carga de seguros sociales y sueldos para que esos 20.000 euros que se ahorren, permitan a las empresas dar novilladas, que es el futuro de la fiesta. El futuro no está en los matadores de toros que están funcionando, tiene que venir por detrás.

En cuanto al periodismo taurino, ¿qué opinión tiene de los periodistas que escriben en portales o periódicos y a su vez son jefes de prensa de importantes empresas taurinas? Dígame un periodista taurino que le guste leer.

Soy un ganadero un poco raro en eso porque no estoy al día, se poco de redes, me gusta cuando tengo tiempo leer la crónica de Barquerito, de Zabala de la Serna, de Amorós cuando estaba, pero no soy un asiduo de la prensa. 

¿Y alguien con quien le guste hablar de toros? 

Con mis hijos, mis hijos mayores, me gusta mucho hablar de toros, no solo de las cosas que pasan en el ruedo si no también de las cosas del campo.

Hemos visto que esta semana pasada se ha presentado el cartel de los San Juanes de Coria y va a ir con el toro Cartuchero nº 31. ¿Qué opinión le merecen los festejos populares?

Siempre he sido partidario del festejo popular principalmente porque es una forma de trasladar el toro bravo a los pueblos y que se entrelacen esas tradiciones con la gente.

Me encantó un toro que llevamos una vez a un pueblecito de Castellón, Benassal, el número 32 Alfarero, bien bueno que salió. Yo nunca había estado,  había visto a veces en revistas, televisión, y lo que más me gustó, es cuando se cerró el toro, allí en la placita había no se cuantos niños jugando a toros, uno toreando, otro poniendo banderillas. Si conseguimos inculcar eso desde pequeños, es fenomenal.

Luego es una maravilla el arrojo de tanta gente y las cosas que hacen delante del toro, y la unión que hay de poner de acuerdo a grupos distintos de amigos entorno al toro.

Lo disfruté muchísimo y fue una experiencia muy bonita, nos trataron de maravilla los amigos de allí, y el toro salió bueno, que más se puede pedir.

Cartuchero número 31 para Coria.

Alfarero en Benassal.


¿Qué tal es la relación con la peñas taurinas o comisiones de los festejos populares en comparación con las empresas de festejos mayores?

No tiene nada que ver, la organización de una corrida de toros y la complicación que conlleva es completamente distinta. Las comisiones o peñas taurinas están formadas por gente desinteresada, que mira por el bien de su pueblo, pues también resulta más llevadera. Los intereses que hay detrás de la empresa privada no tienen nada que ver. 

El toro Alfarero dio buen juego y se pudo disfrutar incluso más en la embolada nocturna, es decir en su segunda salida. ¿Cree usted que en una segunda salida se podría llegar a apreciar mejor las virtudes de un animal? ¿No podría ocurrir lo mismo en los tentaderos? 

Nosotros algún año hemos retentado vacas, y una recuerdo que se retentó tres veces, porque dejó de parir, una vaca que no pare no tienes porque tenerla. Se tentó de erala, después a los años ya de vaca, y salió tan buena, que me la quedé, otro año no parió tampoco y la volví a meter y volvió a salir extraordinaria, de ahí ya fue al matadero. En las tres tientas extraordinaria.

Luego también tengo otra anécdota con otra vaca, de nombre Claraboya, ya estaba en su final, y tenía un amigo que tenía un compromiso con Roberto Armendáriz, y le metí la vaca, y fue excepcional, a parte de a caballo estuvo también toreando a pie. Después de esto tuve otro compromiso con Adrián de Torres, que me pidió tentar antes de ir a Madrid un 15 de agosto, y solo me quedaba una becerra, pero le dije que le iba a meter una vaca de retienta, no habían pasado ni dos meses, y la vaca estuvo lo mejor que yo he visto embestir, por los dos pitones, con ritmo, con clase, que categoría. Esto son circunstancias poco normales, luego he metido otras vacas y no se ha dado eso, por un pitón van bien, por otro no.

También me pasó con un toro que tuvimos de semental, que se llamaba Carabina, lo aprobamos en la pandemia, lo toreó Manuel Escribano en un tentadero que hicimos en streaming. Y entonces estaban los recortadores también fritos con comprar cosas, y como este estaba con los pitones cortados, lo echamos. El streaming fue el 6 de julio, y como a las tres semanas lo metimos para los recortadores, pasó nada de tiempo, y el toro volvió a salir excepcional. No se acordó de nada y tuvo exactamente las mismas virtudes que tres semanas antes. 

Pero ya te digo, esto se da en algunos animales, más bien en pocos.

Por último, ¿que es lo que más le gusta de ser ganadero? 

Lo que más me gusta es el animal en el campo, ver a un becerrito, a su madre, al toro, eso es lo que me gusta, el animal en la naturaleza me encanta, me gusta también la corrida de toros, pero lo que me maravilla es la belleza del campo, el toro es el rey de la dehesa. En otras culturas más avanzadas que la nuestra, este toro estaría protegido por la administración como patrimonio del país, porque es un animal único.

En otra vida, ¿volvería a serlo? 

Claro que sí, soy ganadero por legado de mis padre, es un privilegio, es una ganadería que va camino de cumplir 70 años, le quedan solo tres añitos, y estoy muy orgulloso de ello.


Hasta aquí este reportaje en el que hemos intentado conocer el pasado de una ganadería para entender el presente, y en el que Lucas Carrasco nos ha contado cosas maravillosas de su vacada y este mundo. Gran persona y mejor ganadero, continuador de una historia que comenzaron sus padres, legado Conde de Santa Coloma, legado Graciliano y Alipio Pérez Tabernero, legado Joaquín Buendía, y como no, legado Ana Romero.

Como decía Don Joaquín Buendía, que el culo (la paciencia) y el dinero no falten para que este magnífico ganadero, Lucas Carrasco, mantenga durante muchos años este maravilloso legado.



























































Bibliografía: "El toro de Santa Coloma" - Adolfo Rodríguez Montesinos, "Toros que han hecho historia 1991-2002" - Julián Agulla, Opus 5 Tierras Taurinas "Buendía, el mestizaje perfecto" - André Viard, "Sementales: Marquito" 6 toros 6 - Luis Miguel Parrado, "El toro charro" - Vicente Sánchez

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