PELAJES DEL TORO DE LIDIA: PINTAS PAJIZAS O JABONERAS

Segundo artículo dedicado a los pelajes del toro bravo, en esta ocasión vamos a hablar de las pintas pajizas o jaboneras. Dentro de este conjunto de capas simples, que van desde un color cremoso muy claro hasta otro más oscuro, diferenciaremos tres tipos: albahío, jabonero propiamente dicho (claro y sucio) y barroso.

Antes de entrar en detalle, reflejamos un par de consideraciones a tener en cuenta:

  • Son un tipo de pintas que se conservan en vacadas procedentes del encaste Vazqueño, sobre todo en aquellas de ascendecia veragüeña. Se dan en ganaderías como Prieto de la Cal, Julio de la Puerta, Jose Luis Marca, Aurelio Hernando, Fernando Pereira Palha, y no con tanta frecuencia, en Juan Pedro Domecq, Torrestrella o Jandilla, por nombrar algunas.
  • Una diferencia importante con las pintas ensabanadas, es la coloración de las muscosas; en las pajizas es clara y en las ensabanadas predomina la oscura.

Albahío

Este pelaje supone un paso intermedio entre las capas ensabanadas y las jaboneras. Es un pelo de color blanquecino, que presenta una tonalidad pajiza clara. Nos ha costado encontrar en nuestra fototeca un buen ejemplo de este tipo de capa, la que más se acerca creemos que la del toro de Aurelio Hernando. Los otros dos ejemplares de la ganadería de Prieto de la Cal podrían serlo, aunque alguno los denominarán como jaboneros claros.

Toro albahío de Aurelio Hernando.

Toro de Prieto de la Cal.

Vaca de Prieto de la Cal.

Jabonero

El pelaje jabonero, independientemente de su tonalidad, se diferenciará del albahío por mantener un matiz más nítido y terroso. Es un pelo de una coloración blanco amarillenta, muy parecida al café con leche. Distinguiremos según el tono, entre jabonero claro y jabonero sucio. A los jaboneros claros con reflejos grisáceos como el color de las perlas, se les denomina perlinos.

Toro jabonero claro de Prieto de la Cal.

Toro jabonero claro de Prieto de la Cal.

Toro jabonero de la ganadería de Aurelio Hernando.

Toro jabonero de la ganadería de Prieto de la Cal.

Vaca jabonera de la ganadería de Prieto de la Cal.

Toro jabonero sucio de la ganadería de Jiménez Pasquau.

Toro jabonero sucio de la ganadería de Aurelio Hernando.

Barroso

El pelaje barroso sería, dentro de la gama de este grupo, el que sigue al jabonero sucío. En ocasiones existen dudas para diferenciarlos, pero hay que tener en cuenta que el barroso tiene mucho más intensificados los matices terrosos, y es más negruzco. Es una capa que se asemeja a la coloración del barro fresco y tiene matices cenizos. Se da mucho en la ganadería de Arauz de Robles.

Toro de Arauz de Robles en un concurso de recortes de Valencia.

Toro de Arauz de Robles en un concurso de recortes de Valencia.

Toro de Arauz de Robles en un concurso de recortes de Valencia.

Quedan vistas las pintas pajizas. Antes de finalizar el post, quería compartir un comentario muy interesante que nos realizó uno de nuestros seguidores, Juan Ramón Ródenas, a raíz de la anterior publicación dedicada a las pintas blancas. 

Recalcó que a la hora de identificar un pelaje, es muy importante distinguir entre fenotipo - la coloración aparente que vemos del animal - y el genotipo - que es la información genética que posee y que puede transmitir. Según comentaba, en el mundo de los caballos las capas están identificadas por estudios genéticos, algo que no ocurre en el mundo del toro. 

Puso dos ejemplos muy clarificadores de dos de las fotografías expuestas. El primero referente a la vaca de "El Gallo" que denominamos ensabanada capirota (si nos acogemos a su fenotipo y a la definición de manual de esta capa). Si realmente se realizara un estudio de sus genes, seguramente hablaríamos de un pelaje berrendo en colorado. Viéndolo con perspectiva, si nos fijamos en los ejemplares de raza berrenda, se dan muchos casos que los denominaríamos ensabanados capirotes por su apariencia, pero realmente su genética es la berrenda. 

Otro de los casos que ponía como ejemplo era el del toro de Monteviejo. Si echáramos este toro a padrear, seguro que no encontraríamos descendencia con el pelaje ensabanado, saldrían todos berrendos y con distintos accidentales. En cambio, si pusiéramos un ensabanado auténtico genéticamente a las vacas, nunca nos daría un berrendo. De hecho, en la ganadería de Osborne no se da esta capa.

Como bien dijimos, el mundo de los pelajes es una materia muy complicada y en ocasiones difícil de discernir. La verdad absoluta no existe y siempre hay un grado de subjetividad según desde el foco con el que se mire. 

Seguiremos avanzando en descubrir las pintas que nos quedan y quedamos abiertos a que nos sigáis haciendo aportaciones que nos hacen aprender más si cabe.

Bibliografía:  
  • J.L. Prieto Garrido-J.Del Pino Martínez. (2013). "Guía de campo del toro de lidia. Pintas, particularidades y encornaduras". Editorial Almuzara.
  • Adolfo Rodríguez Montesinos. (2000). "Los toros del recuerdo". Consejo general de colegios veterinarios de España.

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