DESPUÉS DE MONTAÑESA NADA ES IGUAL

 Escribía Álvaro Acevedo la semana pasada en su blog, a raíz de la corrida de Jerez, que hay días en los que después de Morante no se puede torear, que eclipsa al resto de sus compañeros. Haciendo un símil con los festejos populares y las exhibiciones de ganado denominado de corro, podríamos decir que con Montañesa ocurre algo parecido. 

Nada es igual porque no hay vaca como ella, con ese mix de inteligencia y bravura que la hacen única, con su particular manera de trabajar y esa quinta marcha que pone cuando quiere. Lo de ayer en San Carles de La Ràpita vino a constatar un día más que nos encontramos ante una res de las que marcará una época.

No fue de las mejores actuaciones que le hemos visto, quizás también porque cada día infunde mayor respeto y se cogen ciertas precauciones que, ante otras, no se tienen, ¿porque será?. Pero sí que dejó detalles made in Paloma, de los que valen su peso en oro. 

Uno de ellos en un salto de banco. Oliva se escondió debajo y la vaca nada más tocar tierra se revolvió como una serpiente para ver donde se había dejado su presa. Al ver que iba a salir por el otro lado, dio la vuelta y lo buscó por la parte contraria, como si su cerebro estuviera capacitado para razonar como un ser humano. 


Otra de las acciones de la tarde fue también protagonizada junto al mismo movedor. La citó de lejos, la vaca le hizo hilo y él se escondió debajo del banco y le tiró un trapo por encima con la inteción de que Montañesa saltara. Pero ella no saltó, se estampó como un acordeón y remató abajo. ¡No la engañaste Oliva! Pienso que no le benefició en nada este movimiento, bajo mi punto de vista, lo acusó y bajó un poco el ritmo.

Además de estos detalles, no dejó de rematar en tablas, incluso intentó tirarse con los pechos en una ocasión. También se levantó en el cono de salida y nos dejó saltos al banco arrancándose de lejos. Muy aplaudida y merecido premio a la mejor vaca de la tarde concedido por al Penya Taurina La Tradició, entidad organizadora del festejo.


Vividor de Germán Vidal fue otro de los protagonistas del concurso, si Montañesa hemos dicho que es made in Paloma, Vividor es made in GV. Que derroche de fuerza y poderío, que manera de pegar en el banco y levantarlo a gran altura, hasta el punto de dejarlo plantado totalmente. En otra cosa no sé, pero en toros que trabajen este obstáculo, pocos le hacen sombra al de Cabanes. Gran ovación y galardón de mejor toro del concurso más que merecido.





Del resto del festejo que quieren que les diga, algún detallito de Bailadora, Arponera, Montera, Polvera y Poseída, pero me pasó un poco como a Acevedo en Jerez con Pablo Aguado y Manzanares, no fue culpa de las vacas, pero hay días que después de Montañesa, nada ya es igual.














Ficha del festejo:

Desafío de ganaderías

La Paloma

  • Bailadora nº 16 g.5
  • Montañesa nº 8 g.2
  • Tramposo nº 14 g8
  • Arponera nº 29 g.4
Germán Vidal
  • Montera nº 545 g.5
  • Polvera nº 428 g.4
  • Vividor nº 16 g.8
  • Peladilla nº 214 g.2
Alberto Garrido
  • Perseguida nº 93 g.8
  • Navideña nº 76 g.6
  • Marchoso nº 23 g.8
  • Poseída nº 40 g.5
Mejor vaca: Montañesa.
Mejor toro: Vividor.
Mejor conjunto: La Paloma.

*Nota: Alberto Garrido echó de regalo el toro Dragón mientras el jurado deliberaba.



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