SIGUE SIENDO EL REY

 Dos años prácticamente sin ver una tarde de vacas de las de verdad y nada cambia. El run run de las horas previas, ese nerviosismo de saber como transcurrirá el espectáculo, el ver a los amigos de distintos pueblos, las charlas previas, "que si ha traído esta o la otra, que si aquella en Montserrat estuvo sensacional, que si viene una hija de fulanita". Momentos e instantes que echaba de menos.

Cierto es que no es lo mismo el ver el espectáculo en una portátil que en la plaza de siempre de cada localidad, y la de Santa Bárbara es de esas que tiene algo especial. Son años complicados y, de momento, nos tenemos que conforman con eso.

Tampoco cambia el devenir de la ganadería Benavent, mantiene un nivel al alcance de pocos. Impacta la capacidad de seguir sacando animales jóvenes año tras año, algo que ya no debería sorprendernos, será porque las cosas se hacen bien en la selección. Y sigue deleitándonos con una vaca que será siempre recordada por su entrega y bravura: Poderosa. 

Lo de este ejemplar es ya punto y a parte. Que manera de embestir, de llegar hasta el final con todas las consecuencias que ello conlleve, diría que jugándose prácticamente la vida en cada derrote, y ya van unos cuantos años. Momentos y detalles que valen millones y que gracias a Navarret, Julio y Royo, pudimos presenciar ayer en Santa Bárbara. 

Espectacular fue la primera carrera tras Royo y el salto tras él en la barrera, en el que llegó a tocarlo. Impresionantes las subidas a la carrera tras Julio en las que vaca y hombre se fusionaron en una perfecta simbiosis. Y cumbre estuvo Navarret en una estirada hasta barrotes en la que Poderosa remató con muchísima fuerza. También destacar un quiebro muy ajustado de un joven, en el que la vaca se entregó en todo momento.

¡Vida eterna para las vacas bravas!

El resto del conjunto presentado por Vicente Benavent - acompañado y ayudado toda la tarde por su hijo Óscar- mostró un gran nivel y redondeó una muy buena tarde.

1. Corza número 9 guarismo 7.
2. Licuadora número 56 guarismo 8.
3. Polvorilla número 41 guarismo 3.
4. Dinamita número 52 guarismo 6.
5. Vicaria número 92 guarismo 7.
6. Clavellina número 11 guarismo 5.
7. Escopetillo número 24 guarismo 8.
8. Divertida número 87 guarismo 8.
9. Poderosa número 26 guarismo 2.
10. Airosa número 18 guarismo 2.
11. Realera número 13 guarismo 7.
12. Morena número 63 guarismo 6.

Comenzó la B con dos vacas jóvenes, Corza y Licuadora-hija de Batidora-, con un comportamiento similar, mucha movilidad, mucha chispa, con transmisión en cada acción y suma facilidad para hacer los obstáculos, incluso levantándose ambas en las barreras.

Polvorilla fue una res a la que respetaron, que puso un poco a raya a los rodadores y que por bajo se mostró muy seria. No acabamos de verla.

Dinamita venía precedida de una excelente actuación en Montserrat, pero hoy no tuvo el día, muy parada y sin acabar de emplearse. 

Vicaria-hija de Religiosa y nieta de la brava Vicaria-tuvo un trabajar con mucha entrega. Mugiendo toda la actuación como su abuela. Dejó un gran detalle tras Royo al tirarse con todo tras él en la barrera. Lo hizo todo con muchísima voluntad, habrá que seguirla para ver como evoluciona. Lo único que no me gustó es su poca cara.

La siguiente en salir fue Clavellina, de impecable presencia, que dejó algún detalle al subir casi por el lateral de la pirámide y trabajar con ganas banco y tijera. Al recorte es cierto que salía un poco suelta.

El toro Escopetillo -hijo de la Escopetilla y por tanto, hermano de Poderosa por parte de madre-realizó una correcta actuación, subió con genio a los trastos y se arrancó con alegría a los quiebros. Veremos si la mantiene.

En octavo lugar, Divertida, que fue la que a más bajo nivel estuvo desde mi punto de vista, se nota que está poco trabajada y se enceló demasiado en los barrotes. Habrá que esperarla ya que su madre es ni más ni menos que la vaca Guasona. 

De Poderosa ya hemos hablado, y la otra vedette, Airosa, dejó constancia de lo buena vaca que es, con una subida espectacular tras Royo a la pirámide. Así como con Poderosa, vaca y movedores se compenetraron a la perfección, en este caso faltó acople, o quizás, un poco más de tiempo para que la vaca acabara de calentarse.

Finalizó la tarde con otras dos jóvenes Realera y Morena, siendo mejor la primera, con un detalle espectacular en el cono, subió casi hasta arriba y alcanzó a Royo en todo lo alto. También estuvo a punto de coger a un mozo que tropezó en la tijera.

Doce años del binomio Benavent y Santa Bárbara, con merecido homenaje por parte de la comisión de fiestas con Ximo a la cabeza. Gente apasionada como él hace falta en los toros, porque no nos olvidemos que si algo nos caracteriza a este mundo, es el sentimiento con el que lo vivimos todo. 

Y así lo vive también Vicente Benavent, que hoy por hoy sigue siendo el Rey en el ganado de corro.

¡Gracias por volver hacernos vivir momentos inolvidables en esta nuestra afición! ¡Por muchos más!